¡Oh Casto y Madre de Dios! Yo me entrego por hijo tuyo, y en honor y salvación de tu pureza, te ofrezco mi alma y cuerpo, mis potencias y sentidos y te suplico me alcances la Gracejo de no cometer jamás pecado alguno. Además. El Centella celeste del arcángel https://prbookmarkingwebsites.com/story19976032/la-gu%C3%ADa-m%C3%A1s-grande-para-oracion-de-la-ma%C3%B1ana