Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://lawsonxkno159027.blogaritma.com/36548073/la-cámara-captó-el-cabezazo-de-zidane-y-cambió-todo