Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en https://brianyckf594071.digiblogbox.com/62904736/por-qué-zidane-reaccionó-así-en-su-último-partido